martes, 17 de enero de 2012

Intervención - Ideas para las torres de hormigón

Aquí mostramos una propuesta de diversas actividades lúdicas que se podrían hacer en las imponentes torres de hormigón. Es importante subir arriba para exprimir el potencial de estas torres ya que son un mirador estupendo desde el que se puede disfrutar de las vistas de la Plaza de España, la Giralda, y el propio parque.
La gran potencia de estos elementos hacen que colonizarlas y recuperarlas para el barrio sea un símbolo importante también de la victoria sobre la ruina que es ahora la estructura en sí.
Entre las actividades posibles se propone una tirolina, rocódromo, mirador. Las formas de subir arriba también pueden ser importantes, escaleras interiores en las que la salida al exterior puede ser muy impresionante o escalinatas al rededor de las torres disfrutando del parque. El dominio de la vegetación sobre estas estructuras debe conseguirse con intervenciones que compitan en potencia y rotundidad con las torres como plantando arboles importantes arriba, cubrir una fachada entera con un muro vegetal, etc.



Intervención - Recuperación del espacio verde


Durante el periodo de análisis el grupo ha detectado la degradación de la vegetación del lugar. Donde anteriormente aparecían frondosas palmeras y
arboles de gran porte, ahora, debido a las obras han quedado ampliamente reducida a arbustos y un menor numero de arboles.
Creemos que uno de los principales factores para la revitalización del lugar y para que recupere su apariencia es la dotación de diversas especies vegetales. Proponemos:




Enero de 2012. Francisco Ladrón de Guevara Vergara.

Intervención - la estructura como espacio de juego

Siguiendo con la estrategia de aprovechamiento de la estructura vista del edificio, el grupo se ha centrado en intentar crear zonas de diversión y ocio para los niños, intentando sacarle el máximo partido a las posibilidades que ofrece.

Esta intervención está basada en la creación de pequeños circuitos de juegos formados básicamente por una estructura portante (en la mayoría de los casos será la ya existente) y por una malla regular de cuerdas que generan las superficies que posibilitan los distintos tipos de acciones sobre la zona (trepar, agarrarse, rodar...).





Enero de 2012. Ismael Oliva

lunes, 16 de enero de 2012

Intervención - la naturaleza apropiándose de la estructura


A lo largo del proceso de análisis y propuestas de intervención seguido por el grupo, uno de los pilares básicos ha sido la idea de reaprovechar la estructura vista del edificio, compuesta casi en su totalidad por perfiles metálicos abiertos o circulares. Desde nuestro punto de vista esta reutilización, para ser de mínimo impacto en el conjunto natural del parque y máxima sostenibilidad, debe pasar por incluir la vegetación en el proceso de diseño, haciendo posible para mayores y pequeños el disfrute de una estructura humana y natural en la que tienen cabida lugares de recogimiento y diversión, paseo y estancia.

Las estrategias pasan por la implantación de "cubiertas" vegetales, jardines colgantes de altura y opacidad variable para conseguir diferentes ambientes y explotar las distintas posibilidades con que nos encontramos en el proyecto inacabado. Esta actuación se vería reforzada con la plantación de vegetación de suelo y floral, así como mallas verticales dispuestas sobre los tramos de estructura que componen vigas de considerable longitud.




Enero de 2012. Pedro Mena.

Intervención - adaptación de la planta subterránea


Debido al estado de avance en el que se pararon las obras, la planta subterránea se encuentra hoy en día casi acabada (o eso pensamos). En ella iban destinados el parking, oficinas y depósitos de la propia biblioteca. Destacar que hablamos de un espacio bastante importante, de unos 4000 metros cuadrados.

Pensamos en darle nuevos usos: ya que íbamos a actuar en el exterior, por qué no hacerlo también en ese espacio inacabado y sin uso asignado completamente; usos destinados al ámbito público, de interés cultural y social. De esta forma, decidimos incluir en nuestro "programa" una sala de estudio, talleres, sala de exposición, un salón de actos, algunas oficinas y una serie de patios subterráneos que iluminan y ventilan las diferentes estancias.


Planta subterránea del proyecto de Zaha Hadid



Planta subterránea propuesta




Secciones




Enero de 2012. Alberto Castro Rosado.

martes, 29 de noviembre de 2011

sábado, 26 de noviembre de 2011

El Prado de San Sebastián. Una historia de regresión.



El Prado de San Sebastián se constituyó a lo largo de la historia de Sevilla como un negativo de la ciudad. Era un espacio naturalmente opuesto a todas las características de la vida urbana medieval, embotada en un caserío abigarrado entre las murallas: abierto, apenas definido en sus límites, natural, público. Además, no se abrió puerta en la muralla de esta zona hasta 1760 y el arroyo Tagarete discurría junto a ella, lo que confería al Prado un alto grado de independencia respecto a la ciudad. Con unos terrenos extramuros colmatados al norte por las huertas de la Macarena, al este por los arrabales de San Roque y San Bernardo y al oeste por el Río, el Prado se constituyó en el espacio libre fuera de la ciudad por excelencia, en la no-ciudad.

Esta no-ciudad acogió por tanto todo el contenido heterotópico de la ciudad: cementerios (ya desde época romana), enterramientos colectivos en época de epidemias, quemadero inquisitorial, fábrica de tabacos, pastizal de ganado, residencias y paseos de la nobleza, el primer parque urbano de Sevilla (el de María Luisa) y, cómo no, la Feria de Abril.

En el Plano de Olavide de 1771 podemos observar las cualidades ya referidas de este espacio y su escasa ocupación. La Historia del Prado de San Sebastián parece ser la historia de una regresión, de un mundo sin límites ni presencia humana que va siendo acogotado y forzado hasta una pequeña, pobre extensión, sin rastro de su esencia histórica.


La Feria de Abril se celebró en este lugar de 1847 a 1973, en más de cien ocasiones. La muralla de esta zona fue derruida en 1868 dando paso a la urbanización de la calle San Fernando. La Pasarela construida en 1896 para el cruce peatonal se convirtió en el nexo de unión entre los barrios de Santa Cruz, San Bernardo y el Prado; un hito que sirvió de portada a la Feria y que, aunque demolido en 1921, ha sido nombre recurrente para esta zona de la ciudad debido a su presencia en la memoria colectiva.


La segregación de zonas, lenta pero inexorable, continuó mermando este antaño magno espacio libre. Estación de ferrocarril, Pirotecnia Militar, Fábricas de Aceite y Electricidad, Cuartel de Ingenieros, Exposición Iberoamericana, Barrio del Provenir, Estación de Autobuses, Juzgados, todo ello se dispuso en esta zona, comodín para la nueva construcción. Hasta los años 70, en que queda libre este espacio de la Feria y el ayuntamiento, eterno propietario de este suelo, se plantea la construcción de viviendas para rematar una muerte anunciada durante siglos.


No obstante, en un signo de compasión histórica, se promueve la creación de un parque urbano, los Jardines del Prado de San Sebastián, en su configuración actual desde 1997. No obstante, como la historia vuelve una y otra vez sobre sus pasos, en 2007 se cede un 8% del terreno a la universidad para la construcción de una imponente biblioteca. Tiene que ser la justicia la que, en 2009, tumbe el proyecto y nos deje la situación que podemos contemplar hoy.


Nuestro trabajo de recuperación ambiental y social de este espacio degradado y maltratado tiene, por tanto, un deber ineludible con la historia. Debe rescatar para la ciudad, para la gente, un espacio vendido y manipulado por el poder, fuera cual fuera su signo. Por ello pretendemos que en nuestra propuesta la ocupación por parte de la naturaleza de aquello que le corresponde y el aprovechamiento por parte de los ciudadanos en unas condiciones sostenibles sean los puntos fundamentales. También somos conscientes de lo imprevisible y cambiante del entorno en que actuamos y por ello apostamos por un enfoque renovable y reversible.

Noviembre de 2011. Pedro Mena.